Kabi fue rescatado de los cazadores furtivos. Durante una patrulla de rutina, un equipo de guardias forestales descubrió un campamento de cazadores ilegales en Likouala, una zona fronteriza en el norte de la República del Congo. Estaba en medio del bosque, repleto de pieles y partes de numerosos animales asesinados… y también había una cría de chimpancé atada y aterrorizada. Los cazadores lograron huir, pero toda su ‘caza’ fue confiscada y el bebé chimpancé fue rescatado.

 

La historia de Kabi es sólo un pequeño ejemplo de las decenas de chimpancés que cada año tienen que ser rescatados de las manos de furtivos y que viven en el centro de rehabilitación de chimpancés del Congo.

En España existen más de cincuenta millones de líneas de teléfonos móviles para menos de 47 millones de habitantes. A este impresionante número de terminales deben agregarse aquellos móviles más antiguos que son reemplazados y que los ciudadanos guardan o tiran a la basura, siendo la tasa de reciclaje de menos del 10 por ciento. A nivel global, hay más de 7.000 millones de móviles en uso, lo que provoca una gran demanda de minerales claves para su fabricación.

 

Al mismo tiempo, la explotación del coltán y la casiterita, valiosos minerales que hacen posible la tecnología de nuestros móviles, está en el centro de los conflictos bélicos que producen millones de víctimas y refugiados en la República Democrática del Congo. La minería ilegal explota mano de obra infantil o semiesclavizada, destruyendo además los hábitats de muchas especies como los chimpancés y gorilas, en grave peligro debido a la caza furtiva y la deforestación.

Uniendo una cosa y la otra nació ‘Movilízate por la selva’, una campaña de reciclaje de móviles creada por el Instituto Jane Goodall desde su programa de educación ambiental ‘Raíces y Brotes’, en el que ha participado el colegio San Agustín de Calahorra con su propio proyecto “Cuidémonos”

Tres fueron las razones que impulsaron la realización de esta campaña:

La campaña se llevó a cabo con los alumnos de 2º de ESO, quienes realizaron una gran cantidad de tareas encaminadas a la difusión de la campaña y a la recogida de móviles. Investigaron y analizaron las razones de porqué reciclar móviles, diseñaron y difundieron carteles, folletos informativos y pegatinas. Además, se creó una cuenta propia de la campaña para su difusión en redes sociales, complementándose con la utilización de las redes del Colegio. Gracias a esta labor, el mensaje llegó a muchas personas que contribuyeron trayendo sus teléfonos rotos u obsoletos.

Una vez finalizada la recogida, se había recaudado 235 móviles, los cuales se enviaron, a través del Instituto Jane Goodall, a una empresa de reciclaje de móviles que se encargó de extraer de cada dispositivo todos los componentes que podían ser reutilizados para su reciclaje.