Sobre el coltán y otros componentes de los teléfonos móviles
Los teléfonos móviles y tablets se fabrican con ciertos componentes denominados ‘’minerales de sangre’’. Entre estos minerales de sangre (también llamados minerales en conflicto), se encuentran el estaño, el tungsteno, el tantalio (que se obtiene del coltán) y el oro.
El coltán (posiblemente el más controvertido), es indispensable para la fabricación de teléfonos móviles. Es un mineral muy escaso, cuya mayor parte de las reservas existentes se hayan en la República Democrática del Congo.
Estos yacimientos mineros han sido el origen de importantes conflictos armados en El Congo, Ruanda y Uganda (La guerra del Coltán), cuyo fin ha sido el control de las minas y su explotación. Con la venta de este mineral se financian numerosos grupos armados que, además de controlar las minas, masacran a las poblaciones civiles, violan a las mujeres y explotan a la población para trabajar en dichas minas (mayoritariamente niñas y niños).
Según datos de Unicef de 2016, podría haber en torno a 40.000 niños trabajando en condiciones de esclavitud, alrededor de 12 horas diarias en estas minas.
Sólo el 3% de estas minas son oficiales y legales.
Por si fuera poco, la guerra del coltán, la situación en el Congo se recrudece debido a la creciente demanda de cobalto, necesario para fabricar las nuevas baterías de ión-litio de los móviles y los vehículos eléctricos
Todos estos materiales acaban en occidente, dentro de nuestros teléfonos móviles, entre nuestras manos.
¿No deberíamos hacer algo al respecto?